1. “No ahorre sangre de gauchos, que son vagos y mal entretenidos y sólo para abono de la tierra sirven” carta de Sarmiento a Mitre, reflejada por el gran poeta José Hernández en el Martín Fierro. Esa cultura de culpabilizar a los trabajadores de los males argentinos, pergeñada por las clases dominantes, quiso imponer siempre, condiciones esclavistas laborales.
2. “Una vela y un catre” pedían los obreros de la Patagonia y les costó 1.500 muertos fusilados; 8 hs querían trabajar en los Talleres Vasena con 700 muertos y dos mil heridos en la represión; miles de perseguidos y muertos en los quebrachales chaqueños, que no querían cobrar con vales. Eso sí siempre fueron “vagos” que exigían dignidad. Las oligarquías, nunca lo admitieron.
3. Esas luchas y mártires obreros, trajeron el peronismo al país, crearon una conciencia nacional, desde las montoneras gauchas, hasta los primeros sindicatos anarquistas y socialistas, que Perón sintetizó en sus proclamados derechos del trabajador, plasmados Constitucionalmente en 1949, borrada por un decreto de la dictadura fusiladota en 1957. Nunca nos perdonaron los oligarcas, dignificar la clase trabajadora y empoderarla en el ejercicio del gobierno.
4. Esa cultura de los “señoritos decentes”, los mismos que mientras nuestros gauchos peleaban la Independencia, los porteñitos negociaban, la entrega de esa lucha con los ingleses y franceses y aún con la recuperada corona española. Ese ciclo se repite a lo largo de 200 años de historia, esa cultura dominante repetida como latiguillo, estigmatizó a la clase trabajadora argentina, de las que más trabaja, en horas semanales, en el mundo.
5. Hoy este personaje que oficia de presidente y asume de sus mandantes, la necesidad de bajar costos laborales para dotar de competitividad a las empresas, a costa de bajar salarios como en el 2001 lo hicieron quienes hoy gobiernan, deteriorar la higiene y seguridad en el trabajo, con la irrupción de las ART en el 96, privatizando la salud de los trabajadores y discriminando sus incapacidades laborales siniestrales, quiere repetir la historia.
6. Una flexibilización que se hizo con el radicalismo aliancista en el poder, bajo el estigma de la Banelco a los senadores, que la patética Justicia argentina, se ocupó de lavar. Hoy se reintenta desde las máximas autoridades del país, llamando a los trabajadores “culpables” de los costos empresarios, en su afán de llevarlos a condiciones esclavistas, con miedo y extorsión patronal.
7. Pero ese objetivo, se les volverá en contra cuando las condiciones de baja salarial, despidos masivos e ingeniería social que se proponen, enfriando la demanda, es decir el consumo, les pondrá en crisis la macro economía de la Seguridad Social y por ende la salud de los trabajadores al deteriorar las obras sociales sindicales, provinciales y el PAMI. El gobierno que esto no lo ignora, pretende cubrirlo, con las privatizaciones de los servicios de salud y previsionales, además del endeudamiento.
8. Como en los 90 están construyendo el entramado necesario, para que el pueblo acepte los fundamentos de la cultura dominante. Volverán el racismo y la discriminación social, la lucha del pobre contra el pobre, el colonizado sobre si mismo, aceptando temerosamente la explotación indigna a que somete el neoliberalismo en su peor cara, como siempre inhumano, brutal y cruel.
9. Ahí está Milagros Sala como muestra, la represión a los jubilados, la victimización mentirosa de las agresiones al presidente, la persecución al que opina diferente, las bombas y tiros a los locales peronistas, las liberaciones de los genocidas, las críticas a Chávez y a Dilma, Lula y al Papa, culpabilizando al pueblo por los excesos de luz y gas, ahora a los trabajadores de la crisis que ellos, han provocado. Así funcionan con la complicidad mediática que todo lo oculta y ataca al “populismo” peronista, de mano de una Justicia cada día menos creíble.
10. Están cumpliendo su objetivo, esos que les vienen off shore y lo hacen a pié juntillas, desde la ley de seguridad emanada del FBI y la DEA, hasta la transferencia directa de ganancias a los sectores concentrados de poder, desde el primer día, deteriorando salario por licuación devaluatoria y por una inflación inalcanzable, con despidos masivos.
El pueblo no lo tolerará, el peronismo desde el primer día, no aceptó una “gobernabilidad” que sacrifica al pueblo en haras del “progreso”, como promesa religiosa, que cuando mueras tendrás tu recompensa. El movimiento nacional, es opositor, moviliza y se expresa en esa dirección y lo seguirá haciendo, por más campañas denigratorias que inventen los cipayos.
